Para los científicos de la UNSL que elaboraron la propuesta es posible llevar adelante un amplio proyecto en el país destinado a la reutilización de los residuos industriales. Por eso mantienen la una lógica expectativa sobre la decisión que tomará la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (UNIDO), donde presentaron la iniciativa en enero pasado.
La dirección del proyecto está a cargo del vicerrector de la UNSL, Héctor Flores; tiene como base los principios sustentables de la economía circular, y marca un claro contraste con las dañosas consecuencias de la economía lineal sobre el uso y la explotación de los recursos de la naturaleza.
Sonia Núñez y Nicolás Díaz, integrantes del equipo de investigación responsable del proyecto, hablaron sobre las características de la propuesta y sus finalidades, durante una entrevista en Radio de la Universidad Nacional de San Luis en Villa Mercedes.
“La tarea que proponemos es hacer un relevamiento a nivel nacional sobre las industrias de procesos y sus posibilidades de recuperación, de realizar subproductos y reutilización de residuos. Es decir, de dejar de pensar en esta economía de residuos que va a depósitos, que no es aprovechable, para reincorporarlos a través de otros procesos. Esto es a nivel nacional. Lo interesante de esta convocatoria es la vinculación de nuestra universidad con instituciones del país, con otras universidades o institutos específicos; con empresas o con organismos particulares.”, señaló Núñez.
El trabajo es arduo, ya que la investigación abarca una amplia gama de materiales, desde chatarra ferrosa y no ferrosa hasta arenas de fundición, escoria de alto horno de acero, cobre, platino y paladio, entre otros. Y el plazo que el proyecto propone para su ejecución es de 26 semanas. Será abordado, en principio, por los integrantes del equipo autor del proyecto: Mgtr. Héctor Flores (director), CPN. Marcos Alejandro Lucero (coordinador), Dra. Lucia Barbosa, Dra. María Barroso Quiroga, Mgtr. Jorge Raúl Díaz, Ing. Jorge Nicolás Díaz, Dr. Martín Fernández Baldo, Ing. Joaquín Flores, Dra. Natalia Marchevsky y Mgtr. Sonia Nuñez.
“Otra idea fundamental es armar un equipo interdisciplinario entre profesionales e investigadores de distintas facultades no solo del Centro Universitario de Villa Mercedes, sino también de San Luis. En caso que sea la propuesta sea aprobada, seguramente el equipo que se armó podría ampliarse aún más”, resaltó Díaz.
Núñez dio un ejemplo sobre cómo podría implementarse un proceso de reutilización de residuos: “pensemos, por ejemplo, en una empresa con residuos ferrosos, como Crafmsa, que tiene procesos que generan desperdicios de este tipo. Si allí se fabrica una matriz, una pieza que sería el producto principal, tenemos también los restos de ese núcleo, lo que sobra. Eso, que por lo general se convierte en desecho, pensamos que podría convertirse en materia prima de otro proceso productivo. Podría ser en esa misma empresa o en otra”.
La UNSL tiene experiencia en proyectos vinculados con la reutilización de materiales. “La FICA y la FCEJS han producido, en distintos trabajos con docentes y con alumnos, proyectos relacionados con la recuperación de materiales para su recuperación, como por ejemplo, iniciativas vinculadas con las cubiertas de autos. El caucho que se desperdicia, ya sea porque deja de usarse al cumplir su vida útil en cuanto a su función principal, puede ser materia prima para otro proceso. De la misma manera, otros tipos de productos se pueden convertir en materia prima en distintos procesos. Lo que se necesita es obtener la suficiente información para saber cuál es la mejor manera de guiar esa recirculación”, señaló.
En ese sentido, el trabajo de relevamiento consiste en el análisis de las industrias y sus gamas de productos: “Estudiar cuáles son los desperdicios que generan, los que no servirían en determinado proceso, cuáles se pueden reutilizar en la misma empresa o en otras, y que no termine como un residuo final, acumulado en algún depósito”, agregó Díaz.
Para diagramar la tarea, los autores del proyecto propusieron diez actividades básicas, entre ellas, hacer el relevamiento industrial en el país, cuáles son las empresas que operan en cada zona, marcar sus límites geográfico y distancias; qué residuos generan; cuáles se pueden reutilizar; cuáles se pueden reincorporar proceso productivo, como también el estudio del transporte.
Díaz remarcó que la propuesta encierra, a la vez, el desafío de enfrentar un paradigma dominante: “La economía circular, que es el tema principal que ronda esta convocatoria, significa diseñar estrategias para mitigar el impacto ambiental negativo. Sabemos que, como parte del pensamiento del capitalismo -surgido de las ideas del mercantilismo desde la revolución industrial, acentuado ahora por el márketing y el consumo, lo que se define como economía lineal-, los recursos de la naturaleza se toman y luego de desechan. Nosotros hablamos de revertir todo ese proceso, apuntando a una escala mayor, que son los desechos industriales, donde creemos que se pueden hacer cambios importantes, ya que allí es donde se producen toneladas de residuos. La idea es dejar de desechar y consumir menos recursos de la naturaleza”.
Núñez añadió en ese sentido que el beneficio social se puede reflejar en la divulgación de la idea de transformar la economía lineal en una economía circular. “Poner esto en marcha es interesante para ponernos a pensar en los beneficios de usar menos los recursos naturales y utilizar los disponibles”.
Además, las expectativas están puestas en lo que representaría para el grupo y la UNSL lograr el apoyo para la puesta en marcha del proyecto: “sería algo histórico, ya que estaríamos a la vanguardia en el país en implementar un proyecto de estas características”.